Y al hilo de tu artículo, quería comentar una serie de opiniones personales que me vienen como anillo al dedo puesto que hace un tiempo estuve planteándome el hecho de dar forma a una idea emprendedora, que al final quedó en nada.

El caso es que por mi trabajo, informático, es muy sencillo iniciar cualquier empresa dados los escasos requisitos en inversión, prácticamente un ordenador, una conexión a internet y un teléfono, pues con esto ya podrías dedicarte a la creación de sitios web, diseño de aplicaciones, etc… Además, dado que actualmente disfruto de un buen horario en mi trabajo por cuenta ajena que me permite disponer de gran parte de las tardes, consideré como buena opción el dedicarme a tiempo parcial en esta idea emprendedora.

Sin embargo, cuando me planteé el lado económico del asunto, no las vi todas conmigo. El hecho de tener que pagar mensualmente una cuota de autónomos es la pega más grande que le veo al asunto, puesto que no pretendo subsistir con el trabajo por cuenta propia, ya que para eso tengo el de cuenta ajena, y los inicios siempre son difíciles y hasta que no se dispone de suficientes beneficios, es mucho dinero el que se está “palmando” mensualmente.

Por supuesto que hay otros modos de hacerlo, de los legales o de los menos legales, como por ejemplo darte de alta el mes que vayas a facturar y a continuación darte de baja, o directamente cobrar en negro y sin factura, pero la idea era hacer bien las cosas, y aunque no tengo ningún problema en pagar impuestos de los beneficios, sí lo tengo con pagar “impuestos revolucionarios” que limitan el desarrollo de las actividades empresariales.

Lo que echo en falta en el mercado español es mayor flexibilidad para emprender, como por ejemplo eliminar las aportaciones a la Seguridad Social para determinados tipos de autónomos (por ejemplo si ya dispones de un trabajo por cuenta ajena), o todos, y pagar únicamente por los beneficios obtenidos del trabajo, como ocurre en otros países europeos tales como Irlanda o el Reino Unido. Esto, según mi opinión, tendría varios efectos: en primer lugar rebajaría la barrera de entrada al mundo del auto-empleo, por lo que favorecería positivamente la creación de empresas; en segundo lugar, al disponer de una mayor facilidad para auto-emplearse, no sería necesario ofrecer tantos subsidios para desempleados, ya que en caso de quedarte sin empleo, siempre puedes crear tu propia empresa e intentar hacerte rico con ella.

En fin, mis disculpas por un comentario tan largo, pero creo que he desahogado un poco mi frustración con el anticuado mercado laboral español