Hace unas semanas os hablaba de burbujas económicas y os comentaba que me estaba leyendo el libro “El hombre que cambió su casa por un tulipán” de Fernando Trías. He querido hacer un pequeño resumen aportando algunos datos que documenta el autor de este libro y aportando mi visión personal de la burbuja de los tulipanes:
En el siglo XVII Holanda abrió sus fronteras, redujo sus aranceles y se lanzó de un modo innovador al comercio internacional. En este siglo se vivió la llamada edad de oro holandesa. A este próspero entorno vino a parar el tulipán, que se introdujo en Europa hacia 1550.
Es curioso comprobar cómo se produjo una burbuja tan inmensa en el precio de un producto tan perecedero (un tulipán florece en cuestión de una semana y marchita con rapidez). Se especulaba con la flor del tulipán (que se pagaban al contado) y con los bulbos que había que comprarlos y plantarlos unos 8 o 9 meses antes de que floreciesen los tulipanes.
La burbuja del precio de los tulipanes fue enorme. En octubre de 1636, el derecho sobre un bulbo de un tulipán se intercambiaba a 20 florines (el equivalente a 200 euros actuales). En noviembre de ese mismo año el precio ya había subido a 100 florines y en diciembre a 150. En febrero de 1637 era normal ver pagar 200 florines (2000 euros) por el bulbo de un tulipán.
Según el libro “Delirios multitudinarios” de Charles Mackay hubo gente que, cegada por la idea de vender el tulipán a un precio superior, llegó a pactar el futuro pago de los bulbos con propiedades y posesiones. Los pactos más llamativos son el de un pacto de 12 acres de tierra (5 hectáreas) a cambio de un bulbo de Semper Augustus y el de la adquisición de un Viceroy (no el reloj, sino el tulipán), a cambio de la siguiente relación de existencias: 2 carros de trigo, 2 carros de centeno, 4 bueyes, 8 cerdos, 12 ovejas, 2 barricas de vino, 4 barriles de cerveza, 2 toneladas de mantequilla, 1000 libras de queso, 1 cama doble, 1 baúl lleno de ropa y 1 copa de plata, ¡increíble hasta dónde puede llegar la irracionalidad humana!
La idea de dinero fácil atrajo a muchos especuladores, algunos profesionales de otras industrias abandonaron sus puestos de trabajo para dedicarse a la compra –venta de tulipanes. Las rentabilidades de las operaciones eran tan elevadas que la gente veía absurdo perder el tiempo trabajando en su oficio.
Alrededor de los bulbos se creó un auténtico mercado de futuros. Se pagaba el derecho a comprar el tulipán que floreciese del bulbo a un determinado precio (por ejemplo 10 florines) depositando únicamente como garantía un porcentaje del precio total (por ejemplo 1 florín). Mientras el precio no hacía más que subir, el negocio era muy rentable, pues según se acercaba la primavera y el apetito por los tulipanes, alguien podría ofrecerte 20 florines por cada tulipán que estaban a punto de florecer. En este caso, gracias al apalancamiento de los futuros, tu ganancia sería de 10 florines por tulipán vendido habiendo “invertido” tan sólo 1 florín en concepto de la garantía por la compra del bulbo.
Este mecanismo me recuerda mucho al vivido en España durante los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, donde muchos inversores compraban los pisos sobre plano a cambio de únicamente aportar una pequeña garantía (señal) sobre el precio total. A los dos o tres años, con el piso ya casi terminado se vendía el piso obteniendo una revalorización, que en muchos casos doblaba o triplicaba la cantidad que se aportaba en concepto de garantía.
En resumen, no deja de sorprenderme la historia de la burbuja de los tulipanes y de cómo los seres humanos nos seguimos dejando influenciar por la creencia irracional de una retro-alimentación infinita del precio ficticio de los activos financieros.
Os dejo para terminar con un documental que trata el tema de la burbuja de los tulipanes:
Hola Jorge,
lo que me parece chocante es que parece que estamos condenados a repetirlo, dentro de X años volverá a haber otra burbuja inmobiliaria. Una de mis expectativas a la hora de formarme no es solo la inversión sino aprender a sobrevivir en una sociedad económica (ya que estas dentro y eres parte de ella) cada vez más compleja y con más trampas.
Saludos.
Pues muy bueno el artículo pero lean este libro para ver hasta donde llega la mente humana http://hispafinanzas.es/el-hombre-que-cambió-su-casa-por-un-tulipán-p-1173.html