En la edición de esta semana de la revista de economía y política internacional The Economist se publica un artículo que habla sobre el estado actual de la Economía Española calificándola de insostenible. El artículo señala que el gobierno puede estar siendo todavía demasiado optimista (se califica a Zapatero como el eterno optimista) con las previsiones del país y afirma que España es el nuevo enfermo de Europa. Destaco también que el artículo critica la rigidez del mercado laboral español.
He traducido el artículo al castellano por si alguno de vosotros tiene interés en leerlo. También podéis leer íntegramente el artículo original en inglés siguiendo este enlace: Unsustainable:
INSOSTENIBLE
El gobierno puede todavía ser demasido optimista sobre las previsiones del país.
España es el nuevo enfermo de Europa. Su tasa del desempleo del 19% es la segunda más alta de Europa, únicamente superada por Letonia en la Unión Europea. Esto refleja la resaca estructural de un país que se emborrachó de ladrillos e hipotecas antes de que estallase la burbuja inmobiliaria en el 2007. España va a necesitar más tiempo que otros países y un cuidado extra para salir de la crisis. Incluso, los optimistas esperan que la recuperación llegue a partir de 2011.
El primer ministro español, Jose Luis Rodriguez Zapatero, admite ahora que el boom inmobiliario fue negativo. Algunos de los 900.000 nuevos desempleados son en gran parte trabajadores de la construcción sin habilidades que han perdido sus trabajos para siempre. A pesar de esto, el presidente es reacio al pesimismo. “La recuperación ha comenzado” insistía en la reunión organizada por The Economist el 23 de Noviembre. Zapatero también reivindicó que el potencial de crecimiento de España permanecerá por encima de la media del área euro.
La credibilidad del señor Zapatero fue puesta en tela de juicio cuando rechazó admitir que España tuviese problemas y que fuese a caer en recesión. Incluso ante esta situación el presidente piensa que puede conducir al país de vuelta al crecimiento. Esta semana su gobierno planea anunciar una ley de Economía Sostenible, la primera parte de una estrategia que pretende estar en vigor hasta el año 2020. Pero la ley aunque está repleta de buenas intenciones está coja de medidas severas. Las energías renovables, una modesta liberalización y una mayor formación estarán probablemente en la lista. Mientras que, reformas en el mercado de trabajo para hacer más fácil el despido libre no estarán en la ley, para evitar el malestar de los sindicatos, amigos de Zapatero. El presidente prefiere confiar en las conversaciones y el entendimiento entre los agentes sociales que con pocas probabilidades va a provocar un gran cambio.
El mercado laboral español es ineficiente a la vez que injusto. La mitad de los trabajadores tienen contratos indefinidos y por lo tanto es muy difícil y costoso para las empresas despedirlos. El resto está rozado por el mundo de las tinieblas de los contratos temporales, foco de desempleo y del mercado negro. Los trabajadores con contratos de temporales son los primeros en perder sus trabajos cuando se entra en recesión. Como Elena Salgado dice, esto da al sistema cierta flexibilidad. Sin embargo, a nuestro juicio es malo para la productividad. Por un lado, los trabajadores ineficientes con contratos indefinidos están protegidos y por otro no se producen incentivos para formar a los jóvenes y a los trabajadores temporales.
En los próximos meses podría aparecer un nuevo repunte en el desempleo debido a que las empresas pequeñas están exprimidas por las leyes tan rígidas del mercado laboral y por una sequía de crédito. Dar protección a los trabajadores indefinidos y limitar la flexibilidad de los salarios aumenta el riesgo de quiebra de algunas empresas pequeñas y medianas. El desempleo es en sí mismo la causa de futuros males. Le cuesta al estado dinero en pérdida de impuestos y en un pago extra en subsidios de paro. Provoca quiebras hipotecarias y deprime el gasto de los consumidores.
La señora Salgado pondrá el freno a la expansión fiscal el próximo año con un aumento de impuestos y una bajada del gasto público – aunque el gasto en infraestructuras continuará recibiendo dinero, incluyendo la que será pronto la red europea más extensa de trenes de alta velocidad. La empresa pública Renfe, acapara ya la mitad del tráfico de viajeros entre Madrid y Barcelona. De hecho, con su eficiente, tecnología verde, Renfe es un símbolo de la nueva tecnología sostenible que Zapatero quiere crear. Sin embargo, éstos todavía son proyectos de largo plazo y posiblemente requerirán mayores reformas de las que ahora mismo hay planeadas en materia de educación, así como un mayor gasto en investigación y desarrollo.
Desafortunadamente, el deterioro en las finanzas públicas que han oscilado desde un superávit en 2007 al actual déficit de más del 10% del PIB forzará a la reducción del gasto. Con la disminución del gasto público y muy pocas reformas radicales en proyecto, ¿Podrá España tener un nuevo crecimiento? Un salvador de corto plazo podría ser el resto de la Unión Europea, la cual acapara dos terceras partes del total de exportaciones españolas. La economía puede sujetarse al abrigo de la recuperación en Francia y Alemania por un tiempo. Pero España debe algún día hacer mucho más para poner su propia casa en orden.
Muy buen artículo. Por no hablar del excedente de vivienda nueva que acabarán vendiendo con pérdidas los bancos españoles por financiar la burbuja inmobiliaria.
Puede que los pisos bajen un 20% más.
Que no nos tomen más el pelo..
Hola Jorge,
Has tocado un tema espinoso. Un poco sensacionalista el titular ¿No?. La verdad es que me toca un poco la moral oír estas cosas de los americanos, pero creo que es cierto que tenemos un importante problema, un 20% de la población activa sin trabajo, el otro día daban una noticia en televisión donde decían que gracias a las ONGs que están atendiendo a la gente que no tiene para comer no se están produciendo revueltas sociales.
El milagro español se ha terminado, espero que podamos aprender la lección y que terminemos saliendo reforzados de esta crisis. Creo que la solución no depende solo de los políticos.
Un saludo
Sí que es un tema espinoso, y tratado por una revista muy liberal como es The Economist, aunque el artículo es interesante. Debate a parte merece la situación actual del mercado laboral español, a ver si me animo a escribir algún artículo sobre el tema próximamente.
Realmente el contenido es sospechoso, parece más típico de un español. Artículo escrito en castellano y traducido al inglés. Tampoco me imagino a Zapatero diciendo que la economía española es un caos, espero que nunca lo haga, ahora puedo tener dudas de votarlo, pero en caso de que lo hiciese, disiparía dudas. Me falta por ver el lider político que durante la crisis hiciese tal comentario de la economía de su país. Realmente, no se que espera el periodista, que diga un presidente en los tiempos que corren. Podría ser esa la explicación. Es un periodista.