Estoy de acuerdo en que la base científica que sustenta el Análisis Técnico es más que discutible, pero también lo es la que sustenta cualquier ciencia social.
Aceptar este déficit no justifica invalidar todas aquellas disciplinas que no posean rigor científico. Se puede discutir que no sean una ciencia pero no cuestionar la validez de sus resultados. De no admitir esto, estaríamos desprestigiando otras disciplinas como la Economía, la Psicología, la Meteorología o el diagnóstico de enfermedades.
Por poner un ejemplo concreto, los modelos de análisis de riesgo en los que se basan los emisores de seguros se basan en conceptos probabilísticos (no científicos) y nadie discute la validez de este negocio. Quizás Mapfre o Mutua Madrileña puedan perder dinero con el primer, el segundo o el tercer seguro de automóvil que faciliten a un cliente si estos tienen la desgracia de sufrir un accidente, pero si han valorado bien el riesgo (basándose, por ejemplo, en análisis de series históricas de datos y probabilidades) el margen de beneficios que le queda a estas empresas por cubrir este servicio siempre es positivo.
Una cosa similar ocurre con el Análisis Técnico, si se valora correctamente un conjunto de series históricas de datos y se aplica correctamente la ecuación riesgo/beneficio de operar cada vez que se repita una determinada pauta, o mejor aún, una combinación de pautas, se habrá obtenido un sistema válido para operar basado en Análisis Técnico.
A mi juicio, las pautas en los gráficos funcionan porque en la evolución de los precios están reflejados el comportamiento y los sentimientos de los seres humanos interactuando como conjunto. Las pautas, por tanto, se repiten porque el ser humano también se repite.
Admito que gran parte del éxito del Análisis Técnico se basa en la comúnmente mencionada profecía del autocumplimiento: “El Análisis Técnico se cumple porque muchos inversores toman sus decisiones de inversión basándose en esta herramienta”.
El propio Laro lo ejemplifica muy bien en su artículo con este ejemplo: “El Análisis Técnico al tener tantos adeptos se ha convertido en una profecía que se autoalimenta, una mentira repetida muchas veces. Si todo el mundo espera que un valor rebote en los 37.42 euros por vete a saber que rayita pasa por allí, es probable que lo acabe haciendo puesto que todos comprarán a ese precio para pillar el comentado rebote”.
Realmente, creo que resulta indiferente que el Análisis Técnico funcione porque se encuentre científicamente probado o porque se autocumpla, lo importante es que funcione. Como dice Murphy en su excepcional libro Análisis Técnico de los Mercados Financieros: “La profecía del autocumplimiento se considera generalmente como una crítica de los gráficos, pero sería más adecuado calificarla de cumplido. Después de todo, para que una técnica de pronósticos sea tan conocida para que comience a influir sobre los hechos, tiene que ser bastante buena”
Lógicamente, existen malos analistas como también hay malos profesores, peluqueros o cocineros. Aprender las reglas más simples del análisis técnico es muy sencillo, pero simplemente conocerlas no te convierte en un buen analista. También es sencillo aprender a jugar al mus, pero conozco a muy pocos que sepan realmente jugar bien a este juego de cartas. (Próximamente escribiré un artículo con las similitudes entre el mus y el análisis técnico)
Pienso, además que el Análisis Técnico por sí solo tampoco es válido, es imprescindible combinarlo con una buena gestión monetaria. Saber qué porcentaje de la cartera invertir en cada pauta, en cada acción o en cada mercado es tan importante como lo es para una empresa de seguros conocer qué precio hay que cobrar a una determinada persona como prima por el seguro de su coche.
También considero recomendable combinar el Análisis Técnico con otros tipos de análisis, como el análisis fundamental o el macroeconómico. Aunque para mí estos dos últimos análisis tampoco son científicos pues también se basan en predicciones, probabilidades y en modelos subjetivos de valoración.
Por último, añadir que en los últimos años incluso los principales Bancos Centrales han admitido la existencia de pautas en los gráficos y utilizan el Análisis Técnico como una de sus herramientas para tomar algunas de sus decisiones.
Resultados de Banesto, un ejemplo de la subjetividad del Análisis Fundamental.
Escribía el jueves pasado un comentario sobre la utilidad del Análisis Técnico. En el penútimo párrafo decía lo siguiente: “También considero recomendable combinar el Análisis Técnico con otros tipos de análisis, como el análisis fundamental o el macroeco
Por cierto, por si no lo sabias, he ganado varios campeonatos de Mus y estuve clasificado para la fase final del campeonate de Mus de España!! jejeje. Así que espero impaciente esas similitudes.
Un punto de vista muy interesante. Yo añadiría que el problema del análisis técnico es que en cierta medida debe ir acompañado por el fundamental, en mi opinión si se dijese por ej. que Jazztel rebotaría en 40 con fuerza no acudiría pues no creo que fuese un argumento de suficiente fuerza como para que me movilizara.
Muy interesante tu post, excelente reflexión sobre el análisis técnico. A ver si saco un poco tiempo y sigo tu curso de análisis técnico. También espero tu similitud entre el mus y el análisis técnico, más que nada porque hay alguno que si no ligamos al menos un par de reyes nos cuesta ganar en el mus y en la bolsa…
Buen artículo Jorge, aunque discrepo de tu comparación entre el análisis técnico y otras disciplinas, como nuestra querida economía. Gran parte de los modelos económicos existentes procuran, simplificando el asunto, hacer una foto de una porción de la realidad que se cumple bajo determinados supuestos. El análisis técnico, lejos de eso, no es más que una herramienta que proporciona ciertas pautas que han sido “dadas” como válidas y en la que gran cantidad de análistas del mercado han otorgado su confianza ante su incapacidad de entender o explicar la realidad económica o las consecuencias de un fenómeno en particular.
Y, como por suerte para el análisis técnico, hay más incapaces que capaces, el análisis se cumple en varias ocasiones.
Me falta por escuchar o leer a un analista técnico que, después de un movimiento inesperado de un valor, a tenor de lo expuesto por Murphy en su libro, no esgrima razones para justificar la lógica de tal vuelco en dicho valor, aun cuando ese mismo analista aconsejase entrar la semana anterior con sólidos argumentos de análisis técnico, igualmente lógicos, pero de signo contrario. A veces, ni tan si quiera son capaces de dar tales argumentos y se limitan a hacer análisis descriptivos de los gráficos o refugiarse en la cambiante psicología del inversor.
Lo lógico siempre resulta lo más fácil de entender.
De hecho, pese a que estadísticamente el Análisis Técnico funciona si se aplica, o eso creo ver en todas partes donde miro, no le da una validez más allá de su “practicidad”.
No estoy seguro porque no soy un inversionista (sigo estudiando la metodología desde hace un tiempo y me he documentado mucho, practicando en bolsaphp.com) pero algo necesario para no considerar a una disciplina una pseudociencia es su condición de falsabilidad, es decir, que se puedan establecer las condiciones en las que si algo no se cumple se pueda decir que la teoría ha fallado.
Si lo explica todo, pase lo que pase, está al nivel del diseño inteligente y demás historias. El caso es que como se trata de estadística y probabilidad, siempre se puede decir que, claro, a veces falla.
Lo bueno es que falla menos que acierta, empíricamente, ofrece una esperanza positiva y de ganancias, y a día de hoy me parece el sistema más fiable para invertir.
Art
Tracked: Jul 05, 20:25
En el art
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Escribía el jueves pasado un comentario sobre la utilidad del Análisis Técnico. En el penútimo párrafo decía lo siguiente: “También considero recomendable combinar el Análisis Técnico con otros tipos de análisis, como el análisis fundamental o el macroeco
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