Vivimos en un mundo que parece haberse vuelto loco. Son numerosos ya los países a los cuales los inversores y ahorradores les pagan por dejarles dinero prestado. En la siguiente tabla podéis observar los tipos de interés de los bonos emitidos por algunos países. Las filas corresponden a los países y las columnas a los años de vencimiento de su deuda pública. En rojo las que son negativas, en verde las positivas.
Rendimientos negativos de bonos emitidos por países europeos.
Además de países, también existen empresas que se están financiando actualmente a tipos negativos, como por ejemplo, la compañía suiza Nestle.
¿Cuál es la explicación de que un agente económico esté dispuesto a pagar por prestarle dinero a un país o a una empresa?
Los cuatro motivos principales serían:
1) Que las vías alternativas fuesen más caras. Los bancos comerciales están obligados a dejar sus excesos de liquidez (dinero que no han invertido o prestado) como depósitos en los Bancos Centrales. Algunos bancos centrales han fijado tasas negativas para estos depósitos, por ejemplo, el Banco Central Europeo la tiene fijada en el -0,20% y el Banco Central Suizo en el -0,75%. Un banco comercial podría preferir invertir su liquidez en deuda pública con un tipo de interés negativo de digamos el -0,15% antes que tener que depositar ese dinero en el Banco Central a un tipo del -0,20%
2) Por obligación. Algunos fondos de inversión o pensiones y algunas aseguradoras tienen por obligación legal que dedicar una parte de su capital a la inversión en deuda pública.
3) Por especulación. Algunos agentes económicos estiman que los tipos de interés pueden ser aún más negativos. Se compra deuda pública no con el objetivo de mantenerla hasta el vencimiento sino de vendérsela a otro agente económico en el futuro a un tipo de interés aún más bajo (lo cual significa un precio aún más alto). Comprar deuda pública con intereses negativos con el objetivo de que haya un tonto aún más grande dispuesto a comprarla a tipos de interés aún más negativos en el futuro. El gran tonto del juego sería el BCE que ha anunciado que comprará deuda pública por valor de 1 billón de euros de aquí a Septiembre del 2016 incluso a tipos de interés negativos (hasta un -0,20% de margen). Si el BCE pierde con esta operación, el coste serían los euros que tendría que imprimir, por lo que los que estarían perdiendo realmente son todos los ciudadanos que posean euros en su poder.