En mi opinión, lo importante no es el plazo en tiempo sino en el número de operaciones realizadas o para ser más preciso (ya que el tamaño de la operación media de cada fondo tiene porcentajes diferentes) de las veces que se hace una rotación completa de la cartera.
Por poner un ejemplo extremo para entender el concepto. Un fondo de inversión que no rote nada su cartera en tres años, creo que la suerte ha influido bastante en la rentabilidad obtenida en ese período. Si lo comparamos, en el otro extremo, con un fondo que rota dos veces al día, su estrategia tendría una rotación de unas 500 veces al año o 1500 veces a los 3 años (si tiene resultados positivos una vez descontadas todas las comisiones es muy improbable, casi imposible que su resultado positivo sea cuestión de suerte). Por la ley de los grandes números el valor esperado tras 1500 rotaciones tiende a la esperanza matemática de la estrategia; tras una sola rotación no.
El tiempo no es, por tanto, la variable clave. Suponer que el tiempo es una variable igual de transcendente para conocer la robustez de las estrategias de cualquier tipo de fondo de inversión independientemente de su número de rotaciones y operaciones es como decir que para evaluar si un futbolista es válido o no hacen falta al menos pongamos 5 años o temporadas sin tener en cuenta si el futbolista ha jugado sólo 1 partido al año o si por el contrario ha sido titular en los 60 o 70 partidos que ha jugado ese equipo. O con otro ejemplo, si pensamos que para evaluar los resultados obtenidos anualmente por un jugador a la ruleta (juego claramente con esperanza matemática negativa) hay que esperar al menos x años. Un jugador que vaya al casino una vez al año y juegue al rojo o negro sólo una tirada por día que va, podría tener ganancias netas tras 10 años (habrá jugado sólo 10 veces). Sin embargo un jugador que vaya todos los días y juegue 10 tiradas al día con una probabilidad del 99,999% tendrá pérdidas derivadas del juego a los 3 años. La diferencia no es el tiempo en años sino el número de tiradas (rotaciones) en esos años. Al cabo de los tres primeros años, por ejemplo, el primer jugador habrá jugado 3 partidas de ruleta mientras que el segundo habrá jugado 3.650.
Por tanto, cuanto menor es la rotación de una cartera y más concentrado esté un fondo de inversión más tiempo se necesita para que su valor esperado (o edge) se materialice. El dato clave no son los años transcurridos sino las rotaciones de cartera. Un fondo value que casi no rote su cartera y esté muy concentrado necesita muchos años para tener un Track Record fiable y que demuestre fielmente la habilidad de su gestor. Por el contrario, en el otro extremo, un fondo con múltiples operaciones intradía diversificadas requiere incluso menos de un año.
Es cierto que por los costes tan altos por operación en comparación con la ganancia media es casi imposible encontrar estrategias que tengan más de una rotación al día con Esperanza Matemática positiva, pero existen, por ejemplo algunos CTA en USA, y con muchos años y operaciones de Track Record.
En el fondo de inversión que gestiono, el GPM Alcyon, combinamos varios tipos de estrategias. El número de rotaciones de la cartera que realizamos al año es alto, y por lo tanto, la probabilidad de que los resultados sean fruto del azar es muy baja. Nuestra muestra de operaciones o el número de rotaciones realizadas que es lo que tiene más relevancia para dictaminar si la evolución de los resultados de una estrategia o un combinación de estrategias está incluida por la suerte es mucho más elevada que la media de los fondos de inversión comercializados en España.