– Su fiabilidad suele ser baja, inferior al 50%, la mayor parte de la rentabilidad proviene de un número reducido de operaciones. (Esto supone que el operador con este tipo de sistemas tiene que ser muy disciplinado, habrá multitud de operaciones que empiezan con ganancias considerables y acaban con pequeñas pérdidas). Hay que mentalizarse bien antes de trabajar con este tipo de sistemas de que ésto ocurrirá y debemos acostumbrarnos a convivir con ello. Concretamente, nuestro sistema tiene una fiabilidad aproximada del 32%, lo que quiere decir que de cada 100 operaciones de media sólo 32 acabarán con plusvalías.

-Suelen tener un ratio profit / loss (ganancia media en los negocios acertados / pérdida media en los negocios fallados) elevado, lo que debería compensar su baja fiabilidad. Es decir, en las operaciones ganadoras se gana más de media de lo que se pierde en las operaciones perdedoras.
– Sufren mucho cuando el mercado en el que operan atraviesa períodos en los que el precio se mueve de forma lateral. Las desventajas de la operativa tendencial derivadas de los períodos en los que el determinado valor o producto por el que apostamos se mueve de forma lateral se minimizan si contamos con una amplia cartera de valores poco correlacionados entre sí. Es decir, en un año en el que los principales índices se hayan movido en un rango lateral, sin tendencia y con poca volatilidad como el año 2004 una cartera basada en un sistema de trading tendencial de medio plazo hubiese tenido unos resultados muy discretos, con pequeñas pérdidas, por el contrario en años tendenciales y volátiles como por ejemplo el año 2008, los resultados hubiesen sido excepcionales.

– Se pierden tanto el primer tramo de la tendencia como el último. Esta característica es muy interesante tenerla en cuenta, un sistema tendencial nunca abrirá la posición en mínimos o la cerrará en máximos. Nunca comprará justo en el suelo ni venderá exactamente en el techo del mercado. Un sistema tendencial no juega esas cartas.

Por último, quería destacar que aunque un sistema tendencial se puede aplicar a cualquier intervalo de tiempo (velas de 5, 20,30,60 minutos, velas diarias o semanales) generalmente no recomiendo utilizar sistemas tendenciales que operen en acciones cuyas operaciones estén de media abiertas en el mercado menos de un día (sobre todo en períodos o en valores de poca volatilidad), por el efecto dilución que tendrá el gran número de comisiones que pagaremos sobre nuestra cuenta. Es mejor utilizar futuros para operar con sistemas en los que de media una operación en el mercado dure menos de un día. Para que os hagáis una idea, las operaciones del sistema que estoy utilizando están de media 31 días de negociación en el mercado, lo que es aproximadamente un mes y medio abiertas. Eso sí, el sistema cierra pronto las operaciones en pérdidas (en alguna ocasión están un sólo día abiertas) y aguanta muchísimo las operaciones en ganancias (algunas han estado más de 6 meses abiertas).

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